Holger Rune, actualmente número 15 del mundo, estará fuera de las pistas hasta un año. Tras romperse el tendón de Aquiles en la semifinal del Stockholm Open en otoño, ahora aprovecha el periodo de recuperación para reflexionar sobre cómo ha gestionado su carrera y qué cambios necesita hacer de cara al futuro.
"No podemos cambiar lo que ha pasado, y esta lesión quizá sea el toque de atención que necesitaba: tomarme mi talento en serio y demostrarme de verdad de lo que soy capaz", afirma Rune en declaraciones a hard-court.com.
"Nunca he dudado de mi amor por el tenis, pero daba mi talento por hecho. A veces me lo tomaba todo con demasiada calma, y ahora siento esa necesidad y también miro atrás y veo todo lo que podría –y seguramente debería– haber hecho de otra manera. No solo el entrenamiento, que es donde está mi pasión, sino todo lo que lo rodea: la alimentación y demás. Para estar en el top cinco mundial, o incluso más arriba, y ganar Grand Slams, hay que ser realmente constante en todo", asegura Rune.
En la entrevista, Holger Rune también comenta que ve su lesión como "realmente preocupante" para toda la industria deportiva, ya que todas las pruebas indican que se produjo por agotamiento debido al exigente calendario.
"Esto no debería haber pasado, no debería ser posible. Tengo 22 años, estoy sano y fuerte, y aun así ocurrió", explica Rune, entre otras cosas.
Hace un par de semanas, la madre de Holger Rune, Anneke Rune, explicó a la agencia de prensa Ritzau cómo el entorno de Rune ha afrontado el proceso de recuperación.
"Es imposible poner una fecha. Pero estuvo lejos de los nervios. El tendón de Aquiles de Holger es largo, y la rotura se produjo a cierta distancia del músculo de la pantorrilla, así que no fue necesario coser el músculo".
"Es un cuerpo con una base excepcional para la rehabilitación. Lo cual es bastante sorprendente, viendo el enorme estrés al que ha estado sometido", explicó.
