Alcaraz tenía por delante un exigente y duro compromiso frente al destacado tenista australiano, que venía de alcanzar las semifinales en el Masters 1000 de Montecarlo y aún no sabe lo que es estrenar su palmarés en 2025. El murciano, por su parte, conquistó el título en el Principado de Mónaco y ya dejó muy buena sensaciones ante Quinn y Djere en las rondas previas.
El número dos del mundo pudo romper el saque en el arranque y lo sufrió en sus propias carnes minutos después, lo que le hizo verse 1-3 abajo en el marcador. No mucho después, el público vio hasta tres quiebres de forma consecutiva, dos a favor de Carlos, para igualar de nuevo el interesante pulso.
Mientras que De Miñaur aprovechó un extraño fallo de su rival al volear en la red, este último se rehízo luego mediante una fantástica dejada que provocó los aplausos del público, donde se concentraron figuras como Joan Laporta -presidente del Barcelona- o el central Andreas Christensen, también del cuadro azulgrana.
El set inaugural parecía que se podía decidir vía tie-break, pero finalmente no fue necesario porque al de Oceanía le sobró algo de fuerza en un intercambio y claudicó por un ajustado 7-5. Hubo que esperar algo más de una hora para resolver el primer tramo de un duelo que valía el goloso billete para las semifinales.
La segunda manga tuvo un guion más natural durante buena parte de la misma, si bien el de El Palmar aprovechó la tercera oportunidad que se le presentó y al fin pudo quebrar el servicio de Álex, quien ya no se recuperó desde entonces (6-3) y acabó claudicando ante el gran favorito a conquistar el Godó.