Seles declaró que se la diagnosticaron hace tres años, pero que lleva cinco padeciendo los síntomas. La enfermedad afecta a la comunicación entre nervios y músculos y causa debilidad muscular, entre otros problemas.
"Solía jugar con algunos niños o familiares y se me escapaban pelotas. Pensaba: 'Sí, veo dos pelotas'. Obviamente, son síntomas que no puedes ignorar. Me llevó mucho tiempo asimilarlo y hablar de ello abiertamente, porque es un tema difícil", explicó.
La exnúmero uno del mundo también afirmó que la enfermedad "afecta mucho" a su vida diaria y se interpone en tareas sencillas: "Hasta secarme el pelo se ha vuelto difícil".
Nacida en la antigua Yugoslavia, Seles ganó su primer Grand Slam a los 16 años, en Roland Garros 1990, todavía como yugoslava. Su último Slam llegó como estadounidense, en el Abierto de Australia de 1996.
Monica Seles pasó 178 semanas como número uno del mundo y levantó 53 trofeos en su carrera.