No hay nada como ganar partidos de modo incontestable para sentirse seguro y fuerte. Y eso es justo lo que le está pasando al número 2 del mundo.
En su octavo encuentro sobre el césped ha elevado sus prestaciones hasta un nivel inesperado. De ahí que sus expectativas hayan cambiado. "Ahora me siento capaz de hacer un buen resultado aquí (Queen's). Esto me da mucha confianza para las siguientes rondas y para Wimbledon".
Su siguiente duelo será contra Grigor Dimitrov, un rival complicado siempre, y más aún en hierba, donde es todo un especialista del saque y volea. Pero Alcaraz no se inmuta. "En mi cabeza no estaba ganar el torneo sino sentirme cada vez mejor. Una vez que estamos en los cuartos quiero ganar", ha comentado.