Yulimar, que llevaba dos años sin competir en su prueba de referencia por la grave lesión en el tendón de Aquiles de abril de 2024, llegó a 14,49 metros en su primer intento de la ronda de clasificación, superando la distancia automática de entrada en la final (14,35 metros) del jueves.
Cuando conoció la distancia, Rojas hizo un baile de alegría, lanzó besos a la grada y sonrió aliviada por el éxito de su reaparición.
El jueves, la contrastada atleta aspirará a un inédito quinto título mundial seguido en el triple salto y, sobre todo, a demostrar que está de vuelta y recuperada físicamente tras su particular travesía del desierto.
Hacía exactamente dos años, desde el 16 de septiembre de 2023, que la estrella venezolana no competía en el triple salto.
Entonces fue para ganar la final de la Liga de Diamante en Eugene (Estados Unidos) y culminar a lo grande una temporada en la que había logrado su cuarto título mundial unas semanas antes en Budapest.
No podía ni imaginar qué le deparaba 2024, un año donde todo se vino abajo para ella cuando se lesionó en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda y tuvo que pasar por quirófano, lo que le impidió defender el título olímpico en París 2024.
Leyanis cumple con creces
Este año 2025 solo había competido una vez, pero en salto largo bajo techo, en una pequeña reunión en Salamanca (España) donde hizo tres nulos.
La recuperación tuvo "bastantes altibajos", según contó ella misma en una entrevista con la AFP la pasada semana, y la espera duró hasta este martes, con el esperado regreso de la plusmarquista mundial del triple salto (15,74 metros).
La cubana Leyanis Pérez, que el pasado marzo se erigió campeona mundial bajo techo, también se clasificó sin complicaciones para la final del jueves, alcanzando los 14,66 metros en su primer intento, que ya le sirvió para cumplir la misión.
Leyanis, bronce en el pasado Mundial, llega a Tokio 2025 como la mejor de la temporada, con 14,93 metros.
También se clasificó sin demora Liadagmis Povea (14,44 metros), subcampeona mundial bajo techo por detrás de su paisana.